lunes, 22 de marzo de 2010

Ao nang - Krabi

Despues de una larga estancia en la isla volvemos a nuestra vida nomada. El unico modo de abandonar la isla era en barco. Papo Sambo como gesto de agradecimiento nos llevo en su coche hasta el puerto donde tomamos un barco que nos llevaria de vuelta al continiente. Desde alli cogimos un autobus hasta Krabi, no sin antes aclarar a unos menorquines la preguntas:

- El sur de Tailandia no es turistico ¿no?

- le he comprado un sable a mi hermano porque creo que le gustan, tendre problemas en el aeropuerto?

lo que hace indicar que:
1- no tenian ni idea de tailandia
2- ni siquiera sabian donde estaban
3- no eran los mas listos de su clase.
4- todas las anteriores y las que se os ocurran se aceptan sugerencias en comentarios)

No pretendiamos ser groseros, ni contarle que los reyes son los padres, pero las cosas son asi y desgraciadamente no podemos cambiarlas. Nos contaron su caso de dejar 1000€ en la maleta y desaparecieron durante el viajer. (Regla #1 Durante el viaje llevar contigo todo de valor) y que les tangaron 100 dolares los del alquiler de motos por un pinchazo inexistente.
asi que como gentes de bien fuimos amables y les ayudamos con sus cuestiones ademas de intentar perderlos de vista rapidamente.( que para hacer el tonto ya nos bastamos nosotros solos)

Llegamos a Krabi town por la noche, cena y descanso. A la mañana siguiente fuimos a Ao nang, donde esta la playa y nos estaban esperando los chilenos. Hasta aqui hemos venido en nuestro medio de transporte favorito, la parte trasera de una camioneta. Nano consiguio un asiento vip en el escalon para subirte atras justo a ras de suelo.

En lo que respecta en alojamiento conseguimos un barato, y es que eramos el ojito derecho del travelo que trabajaba alli. El lugar era un antro, pero como nos encanta dormir barato aceptamos la oferta. Tras ver que las puertas estaban de adorno y que sospechosamente estaban reparadas se activo nuestro aracno sentido y nos compramos un candado. Un gasto muy apropiado porque a los chilenos les robaron 1100$ ese mismo dia. Ademas de salvar con suerte nuestros culos y nuestras carteras pasamos un dia visitando las islas de los alrededores, playas paradisiacas con pececitos de colores, todo un espectaculo. Para variar nos volvimos a tostar y ya podemos pasar por cuabanitos de postal.

A la noche siguiente entre lagrimas por culpa de la comida picante conocimos a dos chicos tailandeses. Gran parte de la culpa del picante fue de ellos y de su ensalada de papaya. Se trata de dos masajistas que echaban de menos salir a bailar por la noche. Tras comprobar que no era una oferta gay y armandonos del caracter latino que no tenemos, nos fuimos a echar una cerveza y unos bailes con nuestros amigos tailandeses (pues se unieron unos cuantos camaradas de los masajistas). Muy buena gente, pero bailando eran un desastre; aunque hay que destacar que lo dieron todo en la pista de baile. Probablemente el resto del bar penso que celebrabamos la noche del orgullo gay dislexico.



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